Sabino Ormazabal

¿Reconciliación?



1. Cuando se habla de reconciliación no se plantea que las víctimas tengan que reconciliarse con los perpetradores de su dolor. Aquí, como en el resto de las experiencias habidas en el mundo, lo que se persigue fundamentalmente es una reconciliación dirigida al tejido social, a la sociedad que queremos compartir.



2. Se trata de intentar cerrar las heridas y cortocircuitos que se han generado. De encontrar lo que hay de humano en el otro, de entenderle, no de ser amigos a la fuerza. Por eso no puede haber una reconciliación forzada.



No tiene que haber ni olvido ni perdón obligado. El perdón significa cosas distintas para cada cual.





3. En cambio, sí debe fomentarse la cultura del perdón. Pedir perdón y dar el perdón tienen que partir de cada persona. No debe exigirse. Me quedo con el deseo de Montse Lezaun, madre del guardia civil Diego Salvá, muerto en atentado por ETA en Mallorca, en 2009: “Desde el primer momento, la decisión de perdonar me ha hecho mucho bien. No guardo rencor. Pero es una decisión que tengo que renovar cada mañana” (El Correo, 31/07/2010).



4. La paz interior no llegará con más venganza (que se pudran en la cárcel, que les pase lo mismo que me han hecho, leyes más duras…), conviene transformar el dolor interno construyendo fuera, junto a otros, caminos de paz, justicia y convivencia.



5. Sí se debería exigir un reconocimiento del daño y sufrimiento causado.



6. ETA debería pedir perdón por el daño causado: muertos, heridos, extorsiones, 1.500 huérfanos, personas con invalidez permanente… Según mis cálculos, de las 343 víctimas civiles causadas por las diversas ramas de ETA, Iraultza y los CAA, 151 personas muertas “colaterales” no eran objetivo directo de atentado, tres de las mujeres muertas estaban embarazadas y 16 eran menores de 15 años. Son miles las personas heridas, algunas con lesiones psíquicas y físicas para toda la vida. También el IRA se dirigió a su comunidad el 16 de julio de 2002 pidiendo perdón por las víctimas de sus atentados.



7. Pero ETA no es un ente abstracto, por sus siglas ha pasado mucha gente a lo largo de su historia, que hoy están o no en otras siglas. La responsabilidad de toda su trayectoria no sólo salpica al nacionalismo, como una y otra vez se repite interesadamente.



8. El Estado, por su parte, debe asumir su responsabilidad respecto a un conjunto de violaciones de derechos humanos que no son hechos aislados. Según fuentes, son entre 6.000 y 9.000 las personas que han denunciado haber sido torturadas. El Estado debe incluir en su responsabilidad un análisis de la dimensión social y colectiva del daño causado directa (víctimas de motivación política, impunidad, no investigación, condecoraciones…) o indirectamente (grupos parapoliciales, cobertura…).



¿Vencedores y vencidos?



9. Lo que se debe garantizar es la no repetición de los hechos edificando otras pautas más humanas de resolución a las confrontaciones que se han dado y se seguirán dando, como en cualquier otra sociedad. Suele insistir Jonan Fernández en que si alguien tiene que vencer que sea la convivencia y lo que tenga que perder sea la violencia.



10. Será tarea de todos el que cualquier confrontación nueva se realice de forma no violenta. Debe deslegitimarse la violencia, pero que sea todo tipo de violencia.



11. En Irlanda, lealistas y republicanos trabajan en el programa “Bridge of Hope” de construcción de puentes entre ambas comunidades, mirando a un futuro compartido, sin renunciar a sus ideas pero trabajando en común por la paz.



12. Lo anterior queda lejos cuando se insiste en que además de una derrota militar tiene que haber una derrota doctrinal y electoral (Arteta, Correo 06/01/2010). ¿Quién y cómo decide la línea de lo que se puede o no defender políticamente? Existe un derecho internacional que es el de la no discriminación. Quienes proponen una “cuarentena” electoral, ¿lo hicieron así tras la muerte de Franco? ¿Hubo igualdad de condiciones en aquellas elecciones que han marcado las sucesivas?



13. Algunos apuntan directamente a la autodeterminación para que quede en “cuarentena”. Sería un inconveniente, dicen, volver ahora a los problemas estratégicos. ¿Se está pidiendo que AB, Alternatiba, Aralar, Batzarre, EA, EAJ, EKA-Partido Carlista, EPK-PCE, Ezker Batua Berdeak, IA,  Zutik, la mayoría sindical, organismos sociales… no debatan ahora sobre cómo este pueblo puede decidir las cosas? ¿Se está pidiendo que la resolución del 15/02/1990 del Parlamento vasco sobre el derecho a la autodeterminación no tenga viabilidad? ¿En qué derecho internacional se basan para poner cuarentenas a lo Franco?



14. ETA ha defendido la autodeterminación, es verdad, pero si se leen los comunicados y pronunciamientos de ETA en su historia encontraremos que debería ponerse en “cuarentena” también el socialismo, el marxismo, el internacionalismo, la cultura vasca, hablar en euskera, las fiestas, las selecciones deportivas vascas, la solidaridad con otros pueblos, la democracia participativa, los referéndums y consultas, la realización de reuniones con distintas fuerzas políticas y sociales, hablar con tal o cual, votar o no votar, oponerse al patriarcado, denunciar la violencia sexista, participar en instituciones o no hacerlo, defender los recursos, plantear alternativas a distintos proyectos, oponerse a ellos, potenciar otros, luchar contra la drogadicción, por la desobediencia civil… Por poner un ejemplo más concreto, el 7/11/1980 ETA atentó contra el chalet de un conocido ginecólogo bilbaino en Pedernales. En su reivindicación, ETA lo encuadró “en la lucha por la liberación de la mujer”. ¿Se debería paralizar la lucha estratégica por la igualdad y contra la violencia de género porque coincide con “la doctrina” de ETA?



¿Memoria única?



15. Ante la exigencia de algunos para realizar una lectura única de lo que ha pasado, deberíamos ensayar la construcción de una memoria incluyente, sino es compartida.



16. La novelista Chimamanda Adichie advierte que si sólo escuchamos una historia sobre una persona o un país, corremos el riesgo de caer en una incomprensión grave. Afirma que es imposible compenetrarse con un lugar o una persona sin entender todas las historias de ese lugar o esa persona. La consecuencia de la historia única es ésta para Adichie: roba la dignidad de los pueblos, dificulta el reconocimiento de nuestra igualdad humana y enfatiza nuestras diferencias en vez de nuestras similitudes.



17. Explicar lo sucedido no es justificar nada. Es importante cómo se hace la transmisión de una generación a otra, para canalizar el odio en elemento positivo, no violento. Que el relato del recuerdo destaque lo bueno vivido sobre lo negativo. Así, los planes de Educación por la Paz deberían plantearse en bloque y en positivo, no en parte y en negativo.



18. Además de una historia completa, son necesarias una memoria crítica y una memoria autocrítica, personal y colectiva, en el camino de garantías de no repetición.



19. Un mecanismo tipo comisión de la verdad y de reconciliación sería conveniente.



¿Jerarquía de víctimas?



20. Durante todos estos años se ha llevado a cabo una política pública de víctimas en función de su autoría y no de los hechos, y se ha etiquetado y parcelado en grupos a las mismas. Es hora de que unos y otros, todos, reconozcamos a todas las víctimas.



21. Se ha construido un discurso y una actuación político-legislativa que ha dejado de lado a las víctimas que no lo son de ETA, denominándoselas como “las otras víctimas” cuando por fin se empezaba a sacarlas de la marginación.



22. Ha ayudado a ello la inexistencia de asociaciones propias de víctimas de motivación política, que de forma organizada hubieran alzado su voz y sus demandas.



¿Foto movida?



23. La política pública sobre “las otras” víctimas está llegando tarde, como llegó tarde la del conjunto de víctimas. Por distintas razones. Se necesita por tanto una coherencia en el trato para restablecer la confianza. La no inclusión de nombres, la no ampliación de casos de las cárceles o de la tortura, la rebaja y supresión del análisis contextual de las categorías y la supresión de toda referencia a los modus operandi de las violaciones en el informe aprobado en el Parlamento vasco en diciembre de 2010 no ayudan a ello.



24. Necesitamos una foto global, completa, en la que se vean retratadas todas las vulneraciones y todas las víctimas, con todas las tipologías, categorías y patrones de las violaciones de derechos humanos. Sin discriminación, para seguidamente realizar una política pública inclusiva, en la medida de lo posible. Al menos, sin agravios. Se necesita un listado oficial compartido de víctimas y una ley consecuente con ello.



Un reto



25. Sí a la vida. Sí a construir vida. Lo que va a sernos necesario es contar con personas capaces de ver el futuro en positivo, reconociendo la cada vez mayor variedad y pluralidad en la que vamos a vivir, ideando la forma eficaz de hacer posible el proyecto Euskal Herria en ese maremagnum, compartiendo y conviviendo con equidad y libertad. El reto está en cómo acertamos en gestionar las diferencias, en cómo se protege la identidad minoritaria ante el grupo mayoritario, pero en todos los ámbitos.

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